sábado, 12 de diciembre de 2009

Mi casa está en el mar con siete puertas,
yo ya no vivo alli pero me esperan,
el viejo que no entiende mis canciones,
la plaza, los fantasmas, los rincones...
el tiempo de llorar, las ganas de cantar... y un niño que se llena de razones.

Mi casa está en el mar con siete puertas,
yo ya no vivo allí pero me esperan,
el cubo de pescar de cuando pibe,
querer y no saber como decirte...
la madre y el hogar, los pies en el lagar...
la lluvia y un lugar donde escribirte

Mi casa está en el mar con siete puertas,
yo ya no vivo allí pero me esperan,
la calle, el futbol, las emociones,
la niña que divide las canciones...
los días de taller, mujer que no tendré...
y el bar que mancho mis pantalones.

Mi casa está en el mar con siete puertas,
yo ya no vivo allí pero me esperan,
la estrecha inmensidad de las ciudades,
la marca que nos dejan las verdades,
la fe de transformar mi casa y mi lugar...
y el vino que alegro las amistades...

Pedro Guerra

jueves, 3 de diciembre de 2009

Configuramos y diseñamos nuestras vidas con ideas sacadas de titulares de periódicos y de otros que saben o más bien piensan que saben más que los demás.

No prentendo que esto sea una oferta de reivindicaciones fáciles y pensamientos revolucionarios. Simplemente quiero dedicar este pequeño o espacio a los grandes olvidos del mundo, de mi vida y de la tuya.

Silbo para salvar distancias.